«Como feministas sabemos que la mayoría de los sistemas de opresión afectan a las mujeres de maneras específica y desproporcionada. La migración mundial se está feminizando a medida que los efectos del cambio climático se dejan sentir en las sociedades que basan su economía en el sector primario. Eso impulsa a la gente migrante a buscar alternativas de vida. Cuando las mujeres migran, lo hacen desde la marginalidad y se enfrentan tanto a políticas de deportación, como a presiones económicas que las arrastran a la periferia del sistema económico de los países de acogida y las llevan tanto a los centros de deportación, como a los centros penitenciarios.
La realidad de la población reclusa femenina es poco conocida por la opinión pública, especialmente cuando se trata de mujeres migrantes. A través de la experiencia en el centro penitenciario de Badajoz, nuestra ponente que actuó como dinamizadora voluntaria en un taller de su creación, donde hombres y mujeres compartían espacio una vez a la semana, durante tres horas, trabajaremos la reflexión desde la creatividad. La participación activa nos adentrará en esta realidad oculta, nos acercara al significado profundo del diseño de nuestras políticas carcelarias y juntas buscaremos la forma de sacar a la luz social esta situación de injusticia largamente silenciada. Este es un taller de primer contacto, que incluye un mapeo de actores, para acercarnos a los sectores que queremos escuchar»